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Vuelvo a mi nido-blog, con alegria, ansiedad y nostálgia, como cuando era
niña y todos los veranos, llegábamos con mis hermanas, corriendo a la
playa, par...
la primera feminista
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[image: Sor Juana Inés de la Cruz, la monja díscola. - Diálogos de Libro]
soy yo, no se hagan
visita www.donsirako.com para encontrar grandes sorpresas.
La del pirata cojo {10.2.08}
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Y como además sale gratis soñar
y no creo en la reencarnación,
con un poco de imaginación
partiré de viaje enseguida
a vivir otras vidas,
a probar...
APOSTÉ CON LA VIDA...
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*VIOLENCIA INTRAFAMILIAR, CARTA DE UN GOLPEADOR...*
“No siempre fui así, viejo y solitario, hubo una época en la que mi vida
era perfecta, sólo que yo n...
Ningún lugar está lejos para los seres con imaginación, capaces de disfrutar y de vivir cada día como si fuera el primero y el último.
Ningún lugar está lejos si existe el deseo y la voluntad de estar al lado de la persona a quien uno ama.
Y nada es imposible para aquellos que creen en lo que se llama “realidad objetiva”, esto es para todos los seres con imaginación...
Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Escribir, por ejemplo : 'La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos'. El viento de la noche gira en el cielo y canta. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Yo la quise, y a veces ella también me quiso. En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. La besé tantas veces bajo el cielo infinito. Ella me quiso, a veces yo también la quería. Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. Oir la noche immensa, más inmensa sin ella. Y el verso cae al alma como al pasto el rocío. Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. La noche está estrellada y ella no está conmigo. Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. Mi alma no se contenta con haberla perdido. Como para acercarla mi mirada la busca. Mi corazón la busca, y ella no está conmigo. La misma noche que hace blanquear los mismos arboles. Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. Ya no la quiero, es cierto pero cuánto la quise. Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. Es tan corto al amor, y es tan largo el olvido. Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, mi alma no se contenta con haberla perdido. Aunque ésta sea el último dolor que ella me causa, y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
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